El ministro de Economía, Luis Caputo, tomó una medida de último momento antes del inicio de mayo: frenó todos los aumentos que estaban previstos para mayo en luz, gas y combustibles.
Este miércoles primero de mayo, los combustibles iban a subir casi 10%, el marco del traslado habitual que realizan las petroleras cuando se aplica la corrección de los impuestos a los combustibles. Sin embargo, Caputo optó por diferir la aplicación de ese tributo para junio.
En su lugar, hoy los surtidores amanecieron con una suba del 4%, una suba más moderada que busca regular el impacto de la inflación y que el índice de mayo se mantenga en el dígito único que el Gobierno ya proyecta para abril.
De esta manera, tras la media sanción del paquete fiscal de la Ley Bases este martes en Diputados, Caputo optó por resignar la recaudación de los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) para mantener como prioridad la desaceleración de la inflación, con la inflación núcleo en torno al 5% para abril.
Con el foco en la inflación, Caputo también intervino en las tarifas de luz y gas. En mayo iban a aumentar al menos 10%, con el debut de la fórmula de indexación que iba a implicar subas mensuales por una fórmula establecida por el Gobierno y publicada en el Boletín Oficial, para que las tarifas no se atrasen.
Sin embargo, en el mes del debut de la fórmula, el Gobierno no la aplicará. La medida fue totalmente inesperada para las energéticas, que ya sabían que los entes reguladores (ENRE y Enargas) le habían enviado los nuevos cuadros tarifarios a la Secretaría de Energía.