Por Leonel Ávila

 Una delegación de bragadenses viajó ayer a la ciudad de Buenos Aires con el propósito de conocer el lugar donde descansan los restos de Comandante Juan Aguilera, quien cumplió un rol fundamental en los orígenes de Bragado como Cantón Militar. La intención es restaurar la nichera en la que se encuentra ya que permanece en estado de abandono desde hace 161 años.

Más allá de la importancia que cumplió Juan Aguilera en los tiempos de la fundación de Bragado como titular de la Comandancia del Cantón desde 1847, son muy pocos los datos que hoy se conocen sobre su vida. Se sabe que falleció en Buenos Aires en 1854, pero sus restos nunca habían sido encontrados hasta ahora.

Fue la curiosidad de Jorge Alberto Rangone la que permitió develar el misterio, ya que tiempo atrás se interesó por conocer quiénes fueron las personas cuyos restos permanecen en una vieja nichera ubicada frente a la bóveda de su familia, en el Cementerio de la Recoleta. Buscó en internet los nombres que aparecen en las placas y así fue como descubrió la relación de Juan Aguilera, uno de los difuntos, con Bragado, motivo por el que decidió informar su hallazgo a personas de nuestra ciudad. 

Enterada la Municipalidad de Bragado de lo ocurrido, la directora de Cultura Malena Católica dispuso visitar el lugar para conocer la nichera y realizar las gestiones necesarias para restaurarla frente al gran abandono que posee. Lo hizo en compañía de los historiadores Aníbal Grosso, Gladys Issouribehere y Leonel Avila, quienes mantuvieron una reunión con Sonia Del Papa Ferraro, directora del Cementerio de la Recoleta y manifestaron sus intenciones.

Ahora lo que resta es esperar una respuesta por parte de las autoridades del Cementerio, existiendo posibilidades de que la Municipalidad de Bragado pueda hacerse cargo de la nichera tras el estado de abandono que posee desde el año 1856.

Un dato a destacar es que también se proyecta colocar una placa en homenaje a Aguilera y a otros difuntos de gran importancia para la historia local que se encuentran en ese cementerio, tales como el General Angel Pacheco y Jaime Coll.