El peronismo sigue al rojo vivo. Luego de que Cristina Kirchner saliera a reclamar la unidad para enfrentar las elecciones legislativas en la Provincia, el sector que lidera Florencio Randazzo rechazó esa propuesta y ratificó su decisión de competir en las Primarias de agosto.

Cristina se mostró dispuesta a ser candidata se hubiera “unidad” en el PJ e incluyó en ese planteo a las huestes del ex ministro. Pero el randazzismo rechazó el convite y ratificaron su determinación de competir en las primarias, al advertir que “no hay que tener miedo” a las Paso. También reclamó un punto final al “dedo” en la selección de candidatos.

Los armadores de Randazzo buscan aprovechar la “desconfianza” de varios intendentes con la ex mandataria y La Cámpora y ponerlos de sobre aviso que, a la hora del armado de las listas, la ex jefa de Estado buscará “proteger a los suyos” y copar las nóminas seccionales con candidatos de la agrupación juvenil.

“Todos están convencidos de que, el día del cierre, Cristina les va a terminar armando las listas a los intendentes para proteger a La Cámpora”, torearon desde el randazzismo, al evidenciar la táctica de seducción de jefes comunales.

Ese sector busca tallar en los reparos de los intendentes bajo la convicción compartida de que La Cámpora “no tiene representatividad territorial para obtener tantos lugares. En la Provincia el kirchnerismo tiene muchos diputados y senadores a los que se les vence el mandato, y va a querer renovarlos a todos, por eso va a haber lío”, anticipan.

En ese esquema, los armadores de Randazzo calculan: “En la Primera Sección, por ejemplo, hay que renovar tres senadores provinciales, y en el actual contexto, no entran más de dos, pero hay cuatro intendentes y cada uno de ellos va a querer poner uno. ¿Cómo se van a repartir los lugares con La Cámpora?”. En la misma línea, el intendente de Bolívar, Eduardo “Bali” Bucca, pidió “no tener miedo” sino ir a una “primaria donde se puedan expresar las distintas ideas del peronismo, con una mirada plural, y de ahí construir una unidad verdadera”.

Pese al pedido expresado por la ex presidenta junto a una eintena de intendentes de su círculo íntimo, Bucca planteó que el PJ “necesita construir” su cohesión “a partir de las Paso”, al subrayar: “Basta del dedo y del poder en la toma de decisiones sólo de los dirigentes”.

Desde el kirchnerismo, el intendente de Ensenada, Mario Secco, aseguró que en el Frente para la Victoria “siempre” tuvieron “la idea de incorporar a Randazzo” y planteó la necesidad de buscar la “unidad” del peronismo bonaerense. Aunque evitó confirmar si la ex mandataria será candidata en los comicios legislativos, admitió que si se presenta “soluciona un montón de quilombos”.

Pese a que valoró la ley de las Paso impulsada por el kirchnerismo en 2009, Secco dijo que “no son buenas las internas” porque “siempre quedan lastimados, de un lado y del otro”.

En efecto, en el kirchnerismo sostienen que Randazzo “tiene una segunda oportunidad de construir en conjunto una lista competitiva”, al recordar que “en 2015 no quiso”.

Por eso, para el camporismo, el ex ministro del Interior debe “ser inteligente y no dejarse llevar por las voces que piden PASO a costa de todo”, en referencia al “Movimiento Evita, Juan Manuel Abal Medina y Julián Domínguez”, entre otros dirigentes.

En la noche del martes, Cristina se reunió con varios alcaldes ultra K como Secco, Jorge Ferraresi (Avellaneda), Verónica Magario (La Matanza) y Patricio Mussi (Berazategui), entre otros. En los próximos días, la ex mandataria se reunirá con otros jefes comunales que la semana pasada se negaron a compartir acto y foto con Amado Boudou y Luis D`Elía y terminaron desairando a su hijo Máximo.

Entre ellos se anotan Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Ariel Sujarchuk (Escobar) y Gustavo Menéndez (Merlo).