a bonanza que caracterizó a los bienes de consumo semidurables y durables para el hogar hasta 2008, desapareció en 2009 y desde entonces hasta 2013 mostró un virtual estancamiento en un alto nivel, pero declinó severamente en el corriente año.

El paso de una economía con tímida contracción hasta el primer semestre a otra crecientemente recesiva, luego del parcial default de la deuda pública y el deterioro del poder de compra de los salarios, juntamente con el aumento del desempleo, determinaron una severa declinación de las ventas de artefactos eléctricos, electrónicos y líneas a gas.

La Encuesta de Comercios de Electrodomésticos y Artículos para el Hogar que hace el Indec cada trimestre determinó que en el período julio a septiembre los 13 rubros relevados exhibieron bajas de ventas en cantidades respecto de similar período del año previo.

El segmento menos recesivo fue el de las cocinas y hornos eléctricos y microondas, con 7,3 por ciento, seguido por el de las heladeras y los mp3, mp4, mp5 e ipod, que sufrieron retracciones de 15,3 y 15,8%; televisores, LCD y plasma y calefactores a gas con receso de más de 18 por ciento.

Mientras que los sectores más afectados fueron los que comercializan cámaras digitales, que fueron desplazados por los teléfonos celulares, con 41,5%; GPS 34,6%; computados de todo tipo (PC, notebook y netbook) 33,6%; equipos de aire acondicionado 27,6%; calefactores eléctricos 26,9%; cocinas a gas 24% y teléfonos celulares 23,2 por ciento.

Semejante derrumbe de la demanda interna llevó a que en el acumulado de los nueve meses todos los sectores pasaran a terreno negativo, y sólo tres se sostuvieron con caídas de un dígito en los volúmenes despachados: televisores, LCD y plasma y equipos de aire acondicionado 1% y mp3, mp4 y mp5 e Ipod, 9,1 por ciento.

EN LOS PRIMEROS NUEVE MESES DE 2014 TODOS LOS RUBROS ACUSAN CAÍDAS DE LAS CANTIDADES VENDIDAS

Entre otros factores que conspiraron contra las ventas internas se destacan la pérdida de fluidez en la provisión a las fábricas de partes y componentes que no se fabrican en el país, como consecuencia de la discrecionalidad extrema que se verificó luego del default selectivo de la deuda pública en las autorizaciones de pagos a proveedores del resto del mundo.

Y si bien en los últimos meses se observó mayor flexibilidad en las cancelaciones de deudas con importadores, y las altas temperaturas anticipadas en la primavera impulsaron las ventas de productos estacionales, como equipos de frío, el balance del año cierra fuertemente contractivo y deja un amplio arrastre negativo para los primeros meses del año próximo.

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