Sábado, 27 Abril 2024
Bragado, Buenos Aires   
Locales  Miercoles 01 de Julio del 2015 - 21:14 hs.                3445
  Locales   01.07.2015 - 21:14   
Una esquina del microcentro de la ciudad ofrece un espectáculo lamentable
"Deben existir herramientas, ordenanzas, disposiciones que obliguen a sus propietarios a algún tipo de intervención" dice el historiador Juán Lujan Caputo. "La ciudad no merece este bochorno" afirma
Una esquina del microcentro de la ciudad ofrece un espectáculo lamentable

Por Juán Luján Caputo

 A partir de su definición “Obstáculo físico o inmaterial que impide o dificulta un proceso, un proyecto o una acción” bien cabe el adjetivo de “rémora” a esta esquina que ubicada en el microcentro de la ciudad ofrece además espectáculo tan lamentable.


Años de indiferencia, más una sistemática agresión a su fachada por parte de todos los que se creen con derecho a ensuciarla, han terminado en esto que se puede apreciar en la fotografía, un bochorno al que la autoridad municipal no le ha puesto un mínimo de atención.


Esta esquina tiene una historia muy rica para la ciudad, que entronca con las tradiciones cotidianas y con la memoria de nuestros mayores, que la asocian con aquella Casa Salcines, un enorme almacén de ramos generales fundado por Pedro Salcines, sucesor de “La Paz” en la misma actividad.
Pedro Salcines fue un inmigrante español proveniente de Laredo, un pueblo del Cantábrico.
Dueño de un ímpetu arrollador Pedro había levantado negocio similar en Lincoln en la década de 1910, algo que repetirá no solo en Bragado sino también en Pehuajó y Mar del Plata.
Aquel primigenio local tenía por Rivadavia una extensión de casi 50 metros y unos 30 metros por Brandsen, lado que luego se alargó tras la compra de la fracción de terreno contigua a la familia Mendizábal, para la instalación del corralón de materiales.


Hecha esta breve asociación histórica vuelvo a la actualidad con una pregunta
¿A quién pertenece ese inmueble? Sabemos que con la denominación San Cayetano sus supuestos dueños se instalaron para luego de un tiempo cerrar y desaparecer, dando lugar a la llegada de una cooperativa que con el nombre “La Paz” la usufructuó (se desconoce con que arreglo) sin invertir un peso, desapareciendo de escena rápidamente.


Desde entonces el enorme y moderno edificio ha permanecido cerrado y poco a poco, su inaudito abandono ha ido propiciando no solo su deterioro sino también este abusivo y descontrolado ejercicio de las pegatinas.


La esquina, en su actual estado, conspira decididamente contra la estética del lugar y por ende del centro urbano y sería de esperar que la autoridad municipal hiciera algo al respecto.
Se me dirá que es propiedad privada. Lo acepto; pero deben existir herramientas, ordenanzas, disposiciones que obliguen a sus propietarios a algún tipo de intervención, vía tasas extraordinarias o multas. Lo importante es que se deje la inercia a un lado y se haga algo, porque así esto podría continuar por años y la ciudad no lo merece.



COMENTÁ LA NOTA
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.