Por Eleuterio Ricardo Saez para BRAGADO INFORMA

Como se dice cuando un artista muere?, que se fue de gira, no??? ...Como homenaje quisiera recordar algo de la relación de Horacio Guarany con Bragado-

Durante el proceso militar Guarany, como tantos artistas del campo popular, debió buscar en el exilio la oportunidad, no ya de trabajar, sino de salvar la vida. Pasada esa larga noche de siete años, muchos de aquellos regresaron con gloria y se presentaron ante su público en importantes escenarios de grandes eventos. Mercedes Sosa en Cosquín, J.M. Serrat, en la Plaza de los dos Congresos, y Guaraní en Bragado.

En el Teatro Constantino fue una noche mágica, lleno, con gente parada en pasillos...una actuación extraordinaria!.

Finalizado el show tuvimos la oportunidad de entrevistarlo y atento a la curiosidad que nos producía el por que en Bragado y no en un gran evento en una gran ciudad, se lo preguntamos directamente. Y el gran Horacio nos respondió "POR DOS COSAS FUNDAMENTALMENTE, PRIMERO CUANDO YO NO ERA NADIE Y PASABA POR BRAGADO O CERCA DON ALBERTO OSEMANI TENIA SIEMPRE UNA CAMA LIMPIA Y UN PLATO DE COMIDA PARA MI EN EL HOTEL CENTRAL Y SEGUNDO QUE EL GRAN AMOR DE MI VIDA ES DE BRAGADO"

Por supuesto quisimos saber quien fue, pero caballero él, Guarany respondió "NO SE LOS VOY A DECIR, ELLA ES HOY UNA SEÑORA CASADA".

Todo esto explica no solo su reencuentro con el público, aquí en nuestra ciudad, sino sus reiteradas visitas de incognito a casa de amigos...Podríamos arriesgar a decir, que Bragado y su gente fueron importantes en la vida de Guaraní..

LA VUELTA DEL EXILIO:

Era el 5 de diciembre de l978. Dejó pasar una semana desde su regreso desde España para armar un asado en su casa con Tito Lectoure, Agustín Cuzzani y Santiago Ayala “El Chúcaro”. En la charla les pregunta cómo estaba la situación para que él volviera a actuar. Entonces El Chúcaro, con su tartamudez inconfundible y cariñosa, le dijo “Salí a pueblear, que la gente del interior te quiere y no va a permitir que te pase nada”. Horacio le hizo caso y sus primeras apariciones fueron en Junín, Bragado y 9 de Julio. Los tres lugares explotaron de gente y las presentaciones que marcaron su regreso del exilio ocurrieron por esos caminos que había previsto Santiago Ayala: no pasó nada. Pero en todas la puertas había uniformados que cantaban sus canciones.