La tropilla entablada nace para cubrir una necesidad del gaucho. En medio del campo, sin corral ni riendas suficientes, el baqueano necesita tener reunida a la tropilla, agrupada por instinto animal y guiada por la destreza del jinete. Como ya es una tradición del Festival, en la 8° noche, las tropillas entabladas salen al campo de doma del anfiteatro José Hernández, rememorando las distintas habilidades del gaucho argentino.
Una vez más, los tradicionalistas Fernando Ben y Beto Ponce se lucieron ante los ojos de todo el país representando a Bragado y a la Fiesta del Caballo