En Argentina desde hace no tantos años se comenzó a estudiar de manera profunda y exhaustiva lo que ocurre con los siniestros viales, es decir, todas aquellas cuestiones que rodean a esta problemática. Es a partir de eso que se vienen realizando diversos estudios para comprender cuáles son aquellos factores y causas que inciden en que ocurran accidentes que en muchos casos lamentablemente se cobran la vida de argentinos, en todas las provincias.

Días atrás, un profesional que es ingeniero y se desempeña en una Facultad de Ingeniería, afirmó a diversos medios de prensa que existen tres factores que son prácticamente excluyentes que repercuten casi de manera directa en que existan siniestros viales. Habla de un factor humano, otro que es del propio vehículo y el tercero es el atinente al medio ambiente. 

Pero claro, para afirmar eso no sólo se basa en su conocimiento y estudios, sino que en una estadística que resultó a partir de un estudio que llevó adelante durante cierto tiempo la Dirección de Investigación Accidentológica del Observatorio Vial. Este estudio lo que hizo fue tomar una muestra de unos 170 accidentes en donde resultaron personas fallecidas, y de ese total, casi en el 50% de los casos se pudo ver que el factor humano fue el que desencadenó en el siniestro, por ejemplo, por cruce de carriles. Pero eso no es todo, otro casi 40% de los accidentes se generó luego de que conductores realizaran en la vía pública maniobras que son consideradas como bruscas o intempestivas. 

Especialistas sostienen que, para reducir la cantidad de accidentes, por un lado, se necesita de prevención por parte de las autoridades estatales, en donde haya un trabajo concreto en poder medir datos y en realizar inversiones concretas en infraestructura. Pero también, por otro, afirman que es clave que haya mayor educación vial, que genere una conciencia real de la importancia que tiene conducir con precaución y respetando cada una de las normas de tránsito. 

Para lograr esa conciencia social de lo fundamental que es el respeto de la legislación de tránsito, afirman que se debe trabajar de manera mancomunada entre instituciones públicas y privadas, pero también en el seno de la familia. De esa forma, pensando más bien en el largo plazo, se reducirían exponencialmente miles de siniestros. Y dentro de esa mayor conciencia, está sin dudas que exista un aumento en la contratación de seguros de autos, un servicio que su demanda cayó de una manera notoria durante los meses más difíciles de la pandemia por el coronavirus. Que todos los autos, motos y bicicletas cuenten con una póliza adecuada (al menos de responsabilidad civil frente a terceros), genera de manera directa una mayor seguridad jurídica, que es parte de la seguridad vial en general. 

En resumidas cuentas y para cerrar este análisis, hay que destacar que más de un especialista en seguridad vial aseguran que se debe trabajar, en un principio, desde la niñez en la educación vial. Esta enseñanza debe estar concretada, a priori, en temas que son por demás básicos como es la cuestión de la solidaridad, prudencia, ser empáticos y sobre todo la responsabilidad.