El mismo día en el que la selección argentina tuvo un discreto debut en el Mundial de Rusia 2018, Bragado Club sacó diferencias en el partido de ida de la semifinal ante San Lorenzo de Alberti y quedó un poco más cerca de disputar otra final. Fue 2 a 0 para el Tricolor bragadense gracias a un doblete de Diego Herrera.
En al arranque, los dirigidos por Guillermo Pérez pasaron zozobra, con un tiro libre muy peligroso, en el borde del área, que el lateral izquierdo Salomón ejecutó magistralmente y obligó a la intervención salvadora del "loco" Ramos. San Lorenzo, comandado una vez más por su líbero, el intendente de la localidad albertina, Germán Lago, buscó desde el arranque salir a apretar al "Tricolor", que en la previa del encuentro era el favorito, aprovechando un fuerte viento que soplaba en dirección favorable, en una tarde en la que las bajas temperaturas se hicieron sentir.
Pero Bragado Club no demoró demasiado en empezar a imponer condiciones y lentamente fue inclinando la cancha hasta acumular camisetas granates cada vez más cerca del arco de Nicolás Marchisio. Con el correr de los minutos, fue creciendo la figura de Gerardo Sosa por la banda derecha, que en más de una ocasión logró desbordar pero el valor de sus esfuerzos iniciales se perdía con sucesivos centros sin destino.
Pasados los 30', estaba claro que tanto para uno como para otro equipo el partido se ganaría o perdería por las bandas. El "Tricolor" confió el timón del ataque a Gerardo y Dardo Sosa por el costado derecho, con la esperanza de encontrar a base de centros la estocada final del goleador Diego Herrera.
Los conducidos por Sergio Bibini, en cambio, eligieron la franja izquierda, con Ahumada como encargado de la ofensiva y con el número 10, Médici, como el depositario de las esperanzas de sus compañeros en un momento de inspiración que permitiera hacer la diferencia. Pero pasaron los primeros 45' y los goles no aparecieron.
En el segundo tiempo, el trámite arrancó de manera similar. En el arranque, Bragado Club tuvo la más clara: Herrera pivoteó de espaldas y habilitó a Precelle, que tiró un centro atrás al punto penal, como indican los manuales, y Dardo Sosa entró solo por el segundo palo, cabeceó de pique al piso, dejó a Marchisio estático, pero el lateral derecho García despejó el peligro sobre la línea.
El reloj siguió su curso y el "Tricolor" continuó siendo algo mejor que su rival. Y la resistencia albertina, al final de cuentas, se quebró. Fue con una jugada por afuera, como se preveía. Dardo Sosa apareció por izquierda, llegó hasta el fondo y buscó el centro por abajo. El líbero Lago se quedó con su mano izquierda en la frente, formando una vicera, encandilado por el sol que empezaba a esconderse detrás del arco contrario. No pudo ver que por la espalda se le metía Diego Herrera, que se arrojó con los pies hacia adelante, y sin que nadie lo molestara empujó la pelota al gol. Fue el 1 a 0. Era, simplemente, un acto de justicia.
Los de Bibini sintieron el cimbronazo y desde allí ya no fueron los mismos. A los 20', Diego Herrera volvió a convertir, de cabeza, a la salida de un córner, para anotar su nombre entre las figuras de la cancha. San Lorenzo mostró su vergüenza deportiva y salió a consumir el resto del combustible que quedaba en el tanque para tratar, al menos, de acortar la brecha en el marcador. Ya era tarde.
El DT "tricolor" mandó a la cancha a Guillermo Auza, para reforzar el bloque defensivo y cerrar el partido. La historia estaba ya escrita. El árbitro marcó el final. Bragado Club cumplió con las leyes de la lógica y quedó a un paso de otra final.