Por Dario Duretti

Cumplimos hoy un nuevo aniversario del hito fundacional del Movimiento Nacional Justicialista. Como peronista que soy, por sentimiento familiar y formación intelectual, no quería dejar de compartir con los cientos de compañeras y compañeros de todo Bragado, algunas reflexiones para estos tiempos y los venideros. Como siempre lo  hago desde el mayor de los respetos por todas las identidades justicialistas que viven en Bragado, convencido que la experiencia de mis largos años de militancia en el peronismo local, me sabrán guiar en un análisis constructivo e integrador, sin creer que esta deba ser la unica vision, ni mucho menos.

En nuestro querido Bragado, así como en la Argentina toda, aparecen nuevas complejidades políticas desde que el peronismo dejo de ser gobierno. Todavía muchos no comprenden las derrotas y se buscan los responsables en rostros ajenos, pero pocas veces en los propios. 

El claro carácter reaccionario de las políticas del gobierno de Cambiemos son el principal motor de la unidad que vive el peronismo y el campo popular en su conjunto en nuestra ciudad. Desde el año 2017, en adelante, queda trazada una línea clara entre el conservadurismo 2.0 y el campo popular, donde el Peronismo local debía reconstruirse institucionalmente luego de varios años de desaciertos y porque no impericia política, para ofrecer alternativas reales de gestión en favor de todos los ciudadanos de Bragado.

La política implica el desafío de construir con el que piensa diferente y de buscar carriles comunes de entendimiento mediante acuerdos y diálogo. Frente al contraste de las políticas inauguradas por el oficialismo, la confluencia no debería ser una tarea titánica. Debemos no perder la capacidad de revisar los procesos políticos y tener capacidad para la crítica y autocrítica. 

No es tiempo de maniqueísmos internos, es necesario trazar un acuerdo de políticas esenciales para ser presentadas a la sociedad y desde allí construir un gran frente que integre a todos. Ya quedó enterrada la afirmación que perdiendo las elecciones se ganaba, pero hasta quienes militaron la derrota merecen la conmutación de pena si queremos ser alternativa. Sólo ampliando la base de la construcción política se puede acceder al gobierno; comienza a ser claro que en el peronismo no sobra nadie y es la única expresión política para quien la construcción social y el progreso debe incluir a todos.

La realidad golpea principalmente a los sectores populares, jaqueado por el creciente desempleo, la consolidación del proceso inflacionario, el abandono de las políticas socioeducativas, el crecimiento de la informalidad y la pérdida de la capacidad de compra del salario. En escasos meses se desarticuló una porción importante del incipiente trazado de transformaciones en el campo político y económico que llevaron más de una década impulsar.

La sociedad espera, deseosa, ser interpelada por proyectos colectivos que les hablen del futuro con esperanzas y no sólo de lo realizado. Es necesario mirar hacia el futuro reivindicando lo hecho, pero remarcando lo que no se quiso, no se pudo o se hizo mal. Una agenda propositiva, amplia, que aborde los grandes trazos de las transformaciones sociales para impulsar el desarrollo y la distribución, tiene la capacidad de incluir a todo el peronismo, eludiendo las diferencias que el propio oficialismo nos alimenta.

El peronismo como movimiento debe promover la convocatoria de sindicatos, organizaciones sociales y empresarias, organismos de derechos humanos, estudiantes, científicos, intelectuales y demás fuerzas políticas del campo popular. Un contraste tan fuerte de modelos facilita los espacios de coincidencias. Es importante dejar en claro que hasta el dirigente más dialoguista del peronismo tiene una visión más progresista que el gobierno actual. Cada nuevo espacio o grupo que nace debe tener intrínseca la voluntad de debate, de consenso y de apertura permitiendo un ensamble creciente con otras expresiones populares.

La mirada diversa del peronismo es un activo invalorable, sumar la experiencia de quienes permitieron la vigencia a lo largo de los años en nuestra ciudad es cuanto menos necesario; solo debemos tener un solo limite e inequívoca conducta y es ante quienes haciéndose llamar peronistas, militan en proyectos políticos que solo traen hambre y miseria a nuestro pueblo. 

En democracia la realidad se transforma desde el gobierno, ya habrá tiempo para tensionar entre las diferentes expresiones si la sociedad le otorga al peronismo la posibilidad de volver a ser gobierno. En el peronismo cabemos todos, siempre que las ideas estén claras y los desafíos permitan abordar las transformaciones pendientes y la rectificación de los errores.

Imaginar una Argentina y un Bragado,  que resuelvan sus problemas estructurales de inequidad y desequilibrio nos llama a repensar una perspectiva de desarrollo superadora de la transitada en el pasado próximo. Hubo transformaciones insuficientes en distintas dimensiones del entramado político y económico por diferentes razones, que  no son el motivo del presente análisis, pero que sin dudas deben ser reflexionadas para repensar el futuro. 

Un peronismo que no logre la unidad puede llevar a que la sociedad busque ser rescatada por otras expresiones políticas, condenando así al peronismo a atomizarse en un puñado de agrupaciones locales que sólo compartirán su tradicional liturgia. Sin embargo creo que es también el peronismo el partido que presenta actualmente las mejores condiciones objetivas para construir una nueva mayoría en Bragado; en la unidad de acción y pensamiento radica la fuerza del movimiento.

En el peronismo de Bragado, no sobra nadie. Todas y cada una de sus partes, con las individualidades personales de cada agrupación, ensambladas en las banderas históricas del movimiento, respetando la institucionalidad partidaria, con un generoso llamado a todas las fuerzas vivas de Bragado, lograremos construir una alternativa de gestión pública local, basada en el pueblo y sus necesidades, que supere este tiempo perdido. Este 17 de octubre tenemos el desafio los peronistas de seguir creyendo que “todos unidos triunfaremos”...