En medio de la negociación para lograr que el Eximbank ruso pueda anudar el financiamiento para la compra de 70 nuevos trenes eléctricos que deberían formar parte del ramal San Martín, un recorrido que aún impulsa sus coches a gasoil y que no está electrificado. Pero ahora, la fuerza motriz de la millonaria adquisición perdió relevancia ante un impedimento mucho mayor. Los problemas llegan por las penalidades financieras impuestas por la comunidad internacional a Rusia por su invasión a Ucrania.
Según publica diario LA NACIÓN, en el Gobierno circula el expediente, en el que intervienen varios organismos, mediante el que se debería aprobar o rechazar la decisión oficial que cristalizó el 4 de enero pasado. “Adjudícase la licitación pública 451-0014-LPU18, para la adquisición de 70 unidades eléctricas múltiples, la provisión de la documentación técnica y la prestación de los servicios de capacitación técnica, asistencia técnica y mantenimiento de unidades a la firma TMH International Limited Liability Company por la suma US$ 864.217.959,42?, dice el artículo 2 de la resolución.
Desde meses antes del veredicto de la licitación, varios integrantes del Ministerio de Transporte y de la firma rusa, que opera en los talleres ferroviarios de Mechita, a pocos kilómetros de Luján, trabajaban para que esta millonaria compra avance. De hecho, fue uno de los temas que se trataron en el reciente viaje del presidente Alberto Fernández a Moscú.
Según el convenio, el crédito, cuyo organizador es el Eximbank, tendría un período de gracia mínimo de 48 meses. El pago se debería hacer en 108 cuotas a partir de la firma del contrato, con un costo total del financiamiento, en dólares, de tasa Libor seis meses más 2,5 anuales.
El proyecto avanzaba, pero surgió la guerra. Y ya nada será igual. “El tema está en órbita de Transporte, cuando llegue a nuestra área específicamente por supuesto vamos a reconsiderar todo en función de este nuevo contexto”, contestaron en las oficinas cerca de Beliz.
Sin el dinero para construir los trenes, la licitación debería anularse por una simple razón: era condición necesaria para la firma del contrato definitivo. Según tres fuentes de distintas áreas del Gobierno, pero involucradas en el asunto, el Presidente ya recibió el consejo de algunos funcionarios de anular el proceso. Pero el mandatario, con ese andar cansino que se le ha visto a la hora de condenar a Rusia, prefirió esperar, por lo menos, hasta que se levanten las sanciones que tiene impuesta la banca.
Mientras, en Mechita, donde TMH Argentina realiza actividades de reparación de trenes pertenecientes al Estado, los interrogantes sobre la llegada del flujo de dinero para mantener la operación diaria crecen.