El propietario de la cantina del Club Acería, Bernardo Coronel, hizo pública una particular situacion que le tocó vivir en su comercio de expendio de bebidas.
El episodio sucedió hace una semana cuando un cliente se apoderó de la recaudación de la caja registradora mientras el resto de los parroquianos estaban distraídos, sin embargo no tuvo en cuenta que toda la escena estaba siendo grabada por una cámara de seguridad.
La suma sustraída sería de alrededor de 40 mil pesos y el propietario le ofreció devolverlo en el plazo de una semana, cosa que nunca ocurrió.