Se trata de una celebración pagana, cuyo origen está en la llegada del solsticio de verano: el fuego purifica y quema lo viejo y malo, con el fin de dejar espacio a nuevas oportunidades y deseos. Para ello, se hacen unos muñecos hechos a base de paja, trapos o papel (mastros), que representan lo malo del año pasado.
"Una tradición, que para los que tenemos más de 50 años, nos llena de nostalgia, porque esta fecha era sumamente importante para todos los pibes del barrio de aquella época...pero...el paso de los años nos transportó a otras realidades", dijo Alexis Camús de la Secretaria de Relaciones Institucionales al concurrir a la celebración de san Juan que nuevamente recreó el barrio Nuevo Horizonte.
"Laly" Gatica y su gente preparó todo para la "Gran Fogata". Esta vez contaron con el apoyo de los entusiastas Daniel Montovani y Pablo Garcia para concretar el armado del muñeco. El padre Mariano Cortes de la parroquia Santa Rosa de Lima, también dijo presente.