El avance de un intenso frente frío, asociado a una masa de aire de características polares, comenzó su recorrido sobre la Patagonia el pasado sábado 21 de junio, coincidiendo con el inicio oficial del invierno para el hemisferio sur. Dicho frente, no solo dejó algunas nevadas y viento blanco en parte de la cordillera patagónica, sino también el derrumbe de los valores de la temperatura a su paso, con ráfagas superiores a los 100 km/h en las provincias de la Patagonia.
El centro argentino, durante el domingo 22, también tendrá este cambio de dirección del viento desde el sur con ráfagas fuertes, el Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta amarilla por viento fuerte, con ráfagas de hasta 80-90 km/h para las provincias de la franja central (incluyen al AMBA). Este pulso de aire polar tendrá la compañía de algunas lluvias y chaparrones aislados de lluvia y graupel, con probables nevadas débiles en las zonas más elevadas, como en las sierras bonaerenses (domingo e inicio del lunes).
Durante el lunes 23 de junio, la combinación de bajas temperaturas con la acción del viento darán como resultado una jornada con sensación térmica muy fría a gélida en la mayor parte del país, además de la formación de fuertes heladas. Mientras tanto, el aire polar seguirá su trayectoria prevista hacia el norte argentino ese día, consolidándose aún más el ambiente muy frío en la mañana del martes 24, incluso arribando a Bolivia, Paraguay y el sur de Brasil.
Frente frío y sistema de baja presión
Al mismo tiempo que avanza el frente, el desarrollo de un sistema de bajas presiones se dará en superficie al sur de la Provincia de Buenos Aires (PBA). Este ciclón será el responsable, durante el domingo 22, de elevar la alerta por ráfagas al nivel naranja en la línea costera de Chubut (desde Puerto Madryn hacia el norte), costa bonaerense sur y de Río Negro. Sobre dichas costaneras se pueden esperar ráfagas de 110 km/h, generadoras de importante oleaje (hasta 6 o 7 metros de altura), y un aumento del nivel del mar, como consecuencia de la fuerte circulación del viento asociada al centro de baja presión.
Este sistema se irá desplazando hacia el este durante el lunes 23, liberando la zona de los fuertes vientos y de sus consecuencias de oeste a este. Para ese entonces, en la mañana del lunes, el viento más intenso ya estará desplazado sobre la costa desde Miramar hasta el Partido de la Costa en la PBA (con alerta naranja emitida por el SMN, por ráfagas superiores a los 100 km/h, para la madrugada).
El martes 24 este sistema se alejará definitivamente del territorio argentino, perturbando entonces el este de Uruguay y sur de Brasil con sus ráfagas costeras y cambios en el nivel del mar.
Durante la madrugada del lunes 23 el termómetro seguirá bajando, principalmente porque ya se instaló la nueva masa de aire, y también porque las noches en esta época del año duran más de 14 horas, dando lugar a un enfriamiento nocturno máximo.
Por ejemplo, en zonas del Gran Buenos Aires (GBA) la mínima del lunes puede descender de los 0 °C, y al combinarse con las ráfagas de viento pronosticadas para ese momento de la mañana, la sensación térmica resúltame estará muy por bajo cero en varias localidades del conurbano bonaerense. Se destaca que, por la tarde la máxima no logrará superar los 10 u 11 °C en el AMBA.