Mientras el discurso sobre inclusión avanza, la realidad en muchas calles comerciales de Bragado revela una deuda pendiente: la accesibilidad. Gran parte de los negocios del centro y de los barrios no cuentan con rampas adecuadas para personas con discapacidad motriz, lo que limita su derecho a la autonomía y participación plena en la sociedad.
A simple vista, se trata de un escalón. Pero para una persona en silla de ruedas, un adulto mayor con movilidad reducida o una madre con cochecito, ese escalón puede significar una barrera infranqueable. Según un relevamiento informal realizado por vecinos, más del 70% de los comercios de Bragado no tienen rampas o las tienen mal construidas, sin respetar las medidas reglamentarias.
“Siempre que salgo tengo que ir acompañada. Hay lugares donde directamente no puedo entrar sola. Si no tienen rampa, ni lo intento”, cuenta Mariana, una joven bragadense que se moviliza en silla de ruedas desde hace cinco años. “Uno se acostumbra a que la ciudad no está pensada para vos, pero no debería ser así”.
La Ley Nacional 24.314 establece la obligatoriedad de eliminar las barreras físicas en los espacios urbanos y en los edificios de uso público. A nivel local, también existen ordenanzas que promueven la accesibilidad, pero su cumplimiento sigue siendo parcial y con escaso control.
Desde algunas asociaciones civiles se insiste en la necesidad de campañas de concientización, pero también de inspecciones y sanciones. “La empatía no siempre alcanza. Hay que hacer cumplir las normas, porque el derecho a la accesibilidad no puede depender de la buena voluntad del comerciante”, expresó una integrante de un grupo de familiares de personas con discapacidad.
La problemática no solo se limita a rampas inexistentes. También hay veredas rotas, cordones altos, pasillos angostos y puertas sin apertura automatizada, lo que agrava el panorama.
En los últimos meses, concejales de la oposición de Bragado, han mostrado interés en proyectos relacionados con la inclusión urbana, aunque todavía no se ha presentado una iniciativa concreta sobre rampas comerciales. “Es una agenda que hay que retomar con urgencia”, afirmó un funcionario del área de Desarrollo Social, que pidió reserva.