El club Porteño gritó campeón luego de igualar 1 a 1 con Mechita, en el partido de vuelta, correspondiente a la final del Torneo Apertura de Ascenso.
En el duelo de ida, los dirigidos por Bruno Porrazo habían logrado el triunfo 1 a 0 y esto obligaba a los locales a ganar para, al menos, forzar los penales, en caso de que lo hicieran por un gol de diferencia.
El empate le permitió obtener el certamen y asegurarse un lugar en la definición anual, para determinar qué equipo ascenderá a Primera División.